El otro día, en conversación online entre compañeros, y a raíz de un ingreso penitenciario de una persona conocida de uno de nosotros, la compañera me preguntaba acerca de los módulos de respeto, pues le habían informado en la prisión de referencia que sería en un espacio de este tipo donde ingresaría la persona a cual estábamos intentando ayudar de alguna manera. Caí en ese momento, en que nunca os había explicado en que consisten este tipo de espacios. En una entrada anterior en la cual hablaba de la posibilidad de que la Infanta ingresara en prisión lo dejaba entrever, pero en esta ocasión os voy a pasar las lineas generales que sustentan este programa.
En resumidas cuentas, consiste en lograr un clima de convivencia y máximo respeto entre los/las residentes del módulo, actuando únicamente sobre la organización y el funcionamiento del mismo.
Cualquiera de los módulos de un Centro puede
ser reconvertido en Módulo de Respeto, siempre y cuando los/las usuarios/as lo
acepten voluntariamente, se responsabilicen de su gestión y quieran un modelo
de convivencia distinto al que impera mayoritariamente en la realidad.
No requiere coste económico adicional ni
recursos humanos extras a los ya existentes.
Pasemos a describir los principios en los que se fundamenta:
Principio de respeto. El clima general debe posibilitar la
convivencia educada, la tolerancia y la aceptación de las diferencias.
Principio de voluntariedad. Los internos deben conocer, solicitar
voluntariamente su ingreso y comprometerse a aceptar su normativa. Respecto a
los funcionarios, se recomienda que también sean conocedores del proyecto,
acepten voluntariamente y tengan cierta estabilidad en el puesto.
Principio de planificación individualizada. De las actividades y tareas para cada interno
(en su PIT o Programa Individualizado de Tratamiento).
Principio de asunción de hábitos
personales y pautas de comportamiento adaptadas a normas sociales, lo que implica, por un lado, alta exigencia
en el respeto a los roles formales e informales del otro, adecuación a normas
de convivencia y por otro, autogestión y mayores niveles de “ libertad”.
Principio de responsabilización y
exigencia. De los internos en las tareas y
funcionamiento del módulo. Se establece un sistema donde todo es responsabilidad
de todos.
Principio de organización en grupos,siendo el de referencia del interno un apoyo
tanto en su integración inicial como en su evolución posterior.
Principio de implicación. Del funcionario en coordinación y estrecha
relación con el Equipo Técnico del módulo y con el resto de los internos.
Principio de Respuesta Inmediata. Ante los cumplimientos e incumplimientos de
normas.
¿Que conseguimos con esto?
Conseguir que se produzca una interiorización de valores prosociales, valores que constituyen un conjunto normativo mínimo de convivencia y tolerancia. Se mejorará y aumentará con ello, la capacidad del sujeto de asumir responsabilidades personales y comunitarias.
El ingreso del interno en los módulos de respeto tiene carácter
absolutamente voluntario, es por ello que está sometido al cumplimiento
escrupuloso de toda la normativa que en ellos impera y al compromiso mediante
la firma de un contrato conductual.
Enumero algunas de las normas a seguir:
Todo interno tiene asignado un Programa individualizado de tratamiento (PIT). Su cumplimiento y puntualidad en la realización de las mismas es un requisito imprescindible.
Está
terminantemente prohibido cualquier acto de violencia, tanto física, verbal o
gestual.
Está
prohibido la posesión y el consumo de drogas, pudiendo realizarse controles
analíticos cuando los profesionales tengan alguna sospecha fundamentada o como
sistema de control.
La
normativa en cuanto a controles, cacheos y requisas, será la misma que en el
resto del Centro así como el sistema disciplinario y el procedimiento
sancionador.
Los
internos se organizan en grupos de tareas, siendo éstas las de limpieza,
mantenimiento y correcta utilización de distintas áreas como comedor,
cristales, galerías, sala de estar, patios, talleres ocupacionales, etc.
Como las
zonas comunes estarán dotadas de papeleras y ceniceros, no se permitirá arrojar
papeles ni colillas al suelo, botes, desperdicios, etc. No se puede pisar la
pared con las plantas del calzado, escupir o cualquier otra conducta
antihigiénica.
Los
residentes vestirán en cada momento de manera adecuada para la actividad que
vayan a realizar. La ropa deportiva se utiliza únicamente para hacer deporte,
debiendo el interno ducharse y cambiarse después de dicha actividad. Igualmente
se cuidará el aspecto externo general, afeitado, peinado. Para tal fin, las
celdas permanecerán abiertas.
Está
prohibido el uso de gorro/a en los lugares cubiertos, pudiendo llevarlo en
patios o lugares descubiertos.
La celda
es el hogar del interno en el módulo, siempre tiene que encontrarse en perfecto
estado de limpieza y orden, no pudiendo entrar unos internos en la celda de
otro, salvo autorización expresa del o de los mismos.
Las
interacciones y relaciones entre los residentes y de éstos con el resto de
personal, funcionarios o colaboradores, estarán siempre dentro de los cauces
del respeto y las formas socializadas de conducta. Los conflictos serán
resueltos mediante técnicas de mediación.
La
realización de destinos se realiza de forma mancomunada, por lo tanto la
asignación de trabajos remunerados las realizará el Equipo Técnico en base a
criterios terapéuticos, carenciales, familiares y de responsabilidad.
Mención especial merece la participación del
interno en la vida, las tareas , las funciones y las decisiones del módulo. No
en vano uno de los objetivos que se persiguen es la autogestión y
autorresponsabilización del interno que dejará de vivenciar el módulo y sus
normas como “algo impuesto” para
considerarlo como “algo propio”.
* Os paso el enlace del programa al completo por si es de vuestro interés o queréis profundizar algo más en el tema ;)
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